Una colección repleta de sensualidad, movimiento, ritmo y carencia que Daniel Espinosa crea la alquimia perfecta para llevar la música, el carácter y la personalidad latica al mundo de la joyería alternando el mundo de la plata y el oro, combinándolos con gemas facetadas para darle forma y recrear su cultura en un estilo lleno de sofisticación y estilo único a quien las porta en cualquier latitud del planeta.